jueves, 14 de noviembre de 2013

¡Justicia para Daniela Melissa y su bebé!

Foto sacada del perfil  de Facebook de  Danny Triviño
Foto sacada del perfil de Facebook de
Danny Triviño
El nombre de Daniela Melissa Triviño Rodriguez a muchos de ustedes a lo mejor no les diga nada, la mayoría de colombianos seguramente sí conocen su triste historia. Danny Triviño, como se hacía llamar, era una joven colombiana de escasos 21 años de edad. Era la niña de papá, la consentida de mamá y la protegida de sus dos hermanos. Criada en el seno de una familia cristiana y ciudadana de Pereira. Danny se encontraba trabajando en una sucursal de la cadena de centros comerciales EXITO, estaba dichosa por haber podido conseguir ese trabajo, apenas llevaba un mes.



Yo tuve la gracia de conocer a Daniela el 14 de Julio de 2012, en la fiesta tradicional de
15 años de mi hermanita, lo recuerdo como si fuera ayer. Ella se encontraba en un rinconcito arreglándose para la fiesta,no supe quién era hasta que mi hermanita me contó que era la cuñada de mi primita. Ese día se integró entre todos los invitados incluida mi familia y yo.Como teníamos amistad con su hermano después tuvimos varias ocasiones para compartir.

Daniela era una muchacha muy simpática, muy tierna, centrada, muy amable,muy creyente, para ella Dios era el centro de su vida. Dicen que cuando una persona abandona este mundo se convierte en un saco de virtudes, pero ella no, todos los que tuvieron la dicha de conocerla ya la veían así, incluso yo en el poco tiempo que pudimos compartir.

Aún recuerdo las palabras de Cristian, uno de sus hermanos, cuando nos decía "ella sabe que cuenta conmigo, que yo no la voy a dejar sola. Ella sabe que si está en la calle y no tiene para almorzar y me llama y solo tengo para un almuerzo, con eso comemos los dos". Que palabras tan conmovedoras, al escucharlo pensaba, es un orgullo uno tener un hermano como él.

La última vez que vi a Daniela fue tres días antes de que se acabaran mis vacaciones y doce días antes de su último adiós, acababa de salir de trabajar. Aún llevaba su uniforme, tal cual vestida como el día en que desapareció, y siempre con una sonrisa en la cara. Mis vacaciones acabaron y mi familia yo regresamos a casa.

Foto sacada del pefil de Facebook 
El 4 de Septiembre de 2012, llegué a mi casa y mi mamá me contó que Cristian había publicado en Facebook varios comunicados donde decía que desde el 3 de Septiembre de 2012 no sabían nada de su hermana, que si por favor alguien sabía algo de ella lo dijera. Ninguno podíamos creerlo, queríamos pensar que se trataba de una broma, pero desafortunadamente no fue así. Al pasar las horas, fue aumentando la angustia, cada vez que veíamos otro comunicado y ya una vez que se hizo oficial su desaparición. La noticia se expandió rápidamente por toda la ciudad, el país e incluso cruzó fronteras.Todos los familiares y amigos en cuanto nos enteramos nos volcamos con la familia y pusimos nuestro granito de arena en su búsqueda, aunque algunos sólo pudieramos hacerlo mediante comunicados en redes sociales. Lo único que sabíamos de Daniela era que había recibido una llamada, que tenía una cita en un parador, y que había tomado un taxi para cumplirla.

Cuando uno ve la noticia de una desaparición siente algo en el corazón e incluso puede llegar a pedir a Dios por esta persona, por su pronto regreso. Pero cuando esta persona desaparecida es alguien a quien conoces personalmente todo cambia. Mi familia y yo, aunque apenas acabábamos de conocerla, vivimos 10 días de auténtica desesperación consultando diariamente las redes sociales, diarios electrónicos, llamando, preguntándonos los unos a los otros si ya sabíamos algo de Daniela, cada día esperanzados de poder encontrar un "YA APARECIÓ"... Además la desesperación se ve aumentada cuando se vive a distancia, de un continente a otro.

A los tres o cuatro días de la desaparición nos encontramos con una pequeña luz de esperanza, aunque indignante, en un comentario que un hombre hizo en la foto de Daniela, que decía "se quedó dormida en mi apartamento". Mi familia y yo personalmente fuimos compartiendo la foto de esta persona con mensajes, como hicieron casi todos los que vieron que la compartíamos y los que leyeron su comentario. Tratábamos de identificarlo y localizarlo ya que casualmente tenía una foto reciente del sitio donde Daniela fue citada. Pero poco después la familia confirmó que no tenía nada que ver, que solo se trataba de un indolente que había jugado con el sufrimiento ajeno.

También hubo un momento en el que creímos que la pesadilla había terminado cuando a primera hora de la mañana mi prima le dice a mi hermanita "YA ENCONTRARON A LA TRIVILIN, varias personas dicen que la han visto caminando por las calles de Pereira con una blusa blanca y una falda azul, descalza y con el cabello recogido en un moño, al parecer está drogada. YA LA ENCONTRARON  pero aún no la han traído". Fue un día de gran desesperación, de ansiedad... pero la tristeza volvió al son que pasaban las horas y nadie nos decía nada y después de que al preguntar nos dijeran: LA SEGUIMOS BUSCANDO.
 Poco tiempo después nos enterábamos por los medios de que Daniela estaba embarazada, eso le dio un giro a todo. En nuestra lejanía e ignorancia, sabiendo apenas lo que podían contarnos los diarios y algunos amigos, barajábamos todo tipo de hipótesis, como que había sido víctima de la escopolamina (sustancia que priva de razón y voluntad), víctima de alguna red de trata de mujeres, víctima de la red de secuestradores en taxis, víctima de traficantes de órganos etc... Incluso llegamos a pensar que podrían haberla sacado del país. A diario le pedíamos a Dios que la cuidara a ella y a su bebé y que regresara pronto. Incluso llegué a pensar que si había sido víctima de la trata de mujeres la dejarían libre por estar embarazada, no sabiendo que precisamente esta era la causa de su desaparición.

El día de la gran noticia llegó, pero no como esperábamos. El 14 de Septiembre de 2012 mi madre me comenta que había visto dos comentarios de pésame en la foto de Daniela, los miré y en efecto, los comentarios eran del tipo "descansa en paz, resignación para la familia". Ante esto me sentí tan indignada que dije "voy a responder a estos comentarios, no hay derecho a que digan eso, Daniela no está muerta, está desaparecida, la están buscando y la van a encontrar viva", pero en ese momento me dije"¿será que hay algo que no sabemos?", entonces miramos el perfil de Facebook de Danny, estaba lleno de comentarios del mismo tipo. Ya la habían encontrado, POR FIN, pero no con vida, como todos esperábamos... fue un momento tan duro y tan doloroso... No pudimos contener las lágrimas al leer todos los mensajes que dejaban los dolientes. Decidimos llamar a confirmar la noticia y la respuesta que nos dieron fue: "sí, a Daniela la encontraron ayer, muerta y enterrada, parece que fue el novio el que la mató, ayer se lo llevaron detenido". Que palabras tan escalofriantes, tan horribles. Daniela estaba muerta y el propio padre de su hijo la había matado. Es imposible impedir las lágrimas al recordar esto, Danny no merecía eso, ni Danny ni nadie. Los días siguientes fueron de mucha tristeza y de lágrimas, la pesadilla había terminado, pero Danny no estaba ya entre nosotros. Pese a esto, debemos agradecer a Dios y a sus verdugos que confesaran dónde estaba su cuerpo. De no ser por ello hubiera pasado mucho tiempo, incluso años en una búsqueda intensa y sin resultado que sólo hubiera conseguido prolongar la angustia de sus padres y de todos aquellos que esperábamos su regreso. Un claro ejemplo el caso Martha del Castillo.

¿Que por qué la mató?, según él porque estaba muy joven para ser padre y además tampoco quería casarse.

Daniela Melissa Triviño acompañada de su novio Leonardo Gañán Álvarez.  (Foto: Tomada de internet)
Foto sacada del diario "El Confidencial Colombia"
Danny se enteró que estaba embarazada y se lo contó a Leonardo Gañán Álvarez, padre de la criatura y con quien mantuvo una relación de 4 años, pero este le pidió que lo mantuvieran en secreto hasta que resolvieran cómo lo iban a afrontar, pero afortunadamente ella sí se lo contó a personas de su entera confianza. Leonardo es hijo de pastores de una iglesia evangélica y era lider de un grupo de jóvenes de la misma.Además en el momento era novio de una joven de 16 años que pertenecía a su iglesia.

El día 3 de Septiembre de 2012 Leonardo a travez de una llamada telefónica citó a Daniela en un conocido parador a las afueras de la ciudad y ella acudió a dicha cita sin comentar nada a su familia, sólo a una compañera de trabajo. En el sitio la esperaba el padre de la criatura y escondida en la parte trasera del carro, su pareja sentimental. Minutos después la pareja acabó con la vida de Daniela y su bebé causándole asfixia con una bolsa y un lazo. Acto seguido la enterraron en una fosa, que habían cavado juntos esa misma mañana, y continuaron con sus vidas, porque aquí no ha pasado nada. Cuando la familia de Danny se percató de su ausencia contactaron con Leonardo para saber si tenía noticias de ella pero él admitió haberla citado más dijo no haber cumplido su cita por una restricción vehicular.

Foto sacada del pefil de Facebook
10 días duró la búsqueda de Daniela, puede parecer poco, pero para los que lo sufrimos fueron meses. En esos 10 días se empapelaron todos los rincones de Pereira con su foto, se hicieron marchas rogando por su libertad, marchas que el mismo Leonardo apoyaba y se deplazaba con la foto de Daniela pegada en el mismo carro en el que la había matado, y prometía a la familia que la encontrarían con vida. No se puede ser más cínico en esta vida.  Se hicieron también numerosos grupos de oración y vigilias en varios países, y grupos de búsqueda. Mucha gente abandonó sus actividades diarias para unirse a esta causa, toda una ciudad volcada en un sólo objetivo, encontrar a Daniela Triviño.

 La muerte de Daniela fue un golpe muy duro para todos, familiares nuestros nos compartían como vivieron la noticia, lo doloroso de su velorio donde, aunque la conocieran el mismo tiempo que nosotros, la lloraron como si la hubieran visto nacer. Mucha gente se acercó a despedirla, familiares, amigos, conocidos, compañeros y demás gente que se vio conmovida con su historia. Nos describían el ambiente que se respiraba, lágrimas, dolor, llanto, sobre todo al escuchar las palabras de su hermano Cristian cuando decía "Ella me decía que eramos la pareja perfecta, entonces por qué se fue y me dejó". Nos contaban también cómo al acercarse a Cristian a expresarle sus condolencias no pudieron contener el llanto y era este mismo quien los consolaba diciendo "No tenemos que llorar por ella porque ahora es un angelito y está en el cielo al lado de Dios". Toda Pereira se vistió de luto, un luto blanco, para despedir dos ángeles que partieron hacia el cielo con Dios. Los que no pudimos presentarnos a despedirla la despedimos desde lejos, con lágrimas en los ojos, pero Danny, te llevamos en el corazón.

 Los asesinos de Daniela rindieron cuentas a la justicia y fueron condenados, él a 21 años y 6 meses de cárcel, después de una rebaja de pena y ella seguramente a la pena máxima, 8 años en un correccional de menores. Aunque cierto es que una cadena perpetua no nos va a devolver a Daniela, este castigo se me hace una miseria comparado con el valor de lo que hicieron, le quitaron la vida a una mujer ilusionada de ser madre y a un ser inocente que ya tenía un lugar en este mundo. Por ello mucha gente ha expresado que estas personas merecieran la pena de muerte, pero yo siempre he dejado ver mi negativa, ya que a mi pensar, la muerte sería para ellos una rebaja de condena. Al contrario, yo deseo para ellos una vida larga y tormentosa, una vida en la que no puedan con el peso de su conciencia, en la que no puedan dormir porque cada vez que cierran sus ojos ven a Daniela preguntándoles por qué. Y que después de pagar con privación de su libertad sufran en la calle el abucheo de la gente, que vean en cada muchacha la risa de Daniela y cada niño la vida que robaron. Y después de una larga vida que los juzgue Dios. Estas, mis palabras, pueden parecer crueles, pero yo pregunto, ¿Qué merece entonces un hombre que fue capaz de premeditar y perpetrar el crimen de su propio hijo junto con la madre?, ¿Qué merece entonces una "niña" que tuvo las agallas de premeditar y quitarle la vida con sus propias manos a una pobre muchacha que llevaba en su vientre una criatura inocente?, ¿Dónde estaban su solidaridad como mujer y su naturaleza materna?. Debería Dios concederle la gracia de traer una criatura a este mundo para que sintiera en carne propia el dolor de madre y pensara en el dolor que sintió Daniela al saber que con su vida se apagaba también la de su bebé.

Dios dice en su palabra que el único pecado que no perdona es la falta de perdón pero es muy difícil no juzgar o perdonar a estas personas, que han causado un dolor tan grande. No era necesaria su muerte, ella era una mujer madura, tenía un trabajo, una familia que la apoyaba y lo más importante, la bendición de Dios. El pequeño, en vez de uno, hubiese tenido tres excelentes padres y una maravillosa madre. Nadie hubiera tenido derecho a alzarse contra ella porque no sería ni la primera ni la última madre soltera y Dios dice en su palabra que el que esté libre de pecado, que lance la primera piedra. Pero yo insisto, qué hay de pecado en llevar en su vientre el hermoso fruto del amor, un pequeño regalo de amor que nos da Dios, porque nadie viene al mundo por un error, un castigo o una "metedura de pata", hubiese sido concebido como hubiese sido, el pequeño era un enviado de Dios con un propósito para este mundo.

La muerte de Daniela nos ha dejado muchas preguntas sin resolver.¿Qué puede tener una persona en la cabeza para tomar la determinación de acabar con la vida de alguien?, ¿Hasta dónde llega el fanatismo y la religiosidad para pretender tapar sus "errores" con un acto tan atroz?, ¿Qué tiene una niña de 16 años en la cabeza para convenir matar a una persona?. Sólo Dios sabe cuáles eran los sentimientos y los pensamientos de estas personas, cuan perturbados estaban para llegar hasta ese punto.

https://www.facebook.com/OigaPa?fref=ts
Este acto tan doloroso debe tener un motivo muy grande, debe existir una razón muy poderosa para que Dios lo permitiera. Esto intenta explicar Ricardo Triviño, padre de Daniela, en su libro "Oiga Pá! El mensaje de Daniela Melissa, en busca del motivo", donde cuenta cómo vivieron y cómo trascurrieron los días de su desaparición, inetercalados con unas reflexiones sobre la vida y enseñanzas que nos deja la misma Daniela Triviño, porque su muerte no fue en vano, ella no es una más, ella nos dejó un mensaje que seguiremos buscando.

Foto sacada del de la web
 "Letras, Libros y más"
Poco tiempo después de la muerte de Daniela, hablando de literatura me recomendaron un libro llamado "Desde mi cielo" de Alice Sebold, un libro que además recomiendo porque es una historia muy triste, pero muy  bonita. El libro cuenta la historia de una niña de 14 años que fue violada, asesinada y desaparecida por un vecino. Describe cómo desde su Cielo ,sufre su desaparición, su búsqueda, la angustia de sus padres, amigos y compañeros y la impotencia de no poder enviar una señal que dijera quién había sido y dónde estaba su cuerpo. Me interesé en leer ese libro porque desde que me lo nombraron me recordó a Danny. Cada palabra me hacía pensar en ella, en si ella desde su cielo también sintió la angustia y la desesperación de sus padres, si ella también siguió las marcha y si escuchó nuestras oraciones. Sólo Dios sabe si ella también se sintió impotente al no poder ayudar,  al no poder acabar con la pesadilla, con el sufrimiento de tantas personas. Sólo Dios sabe si ella también quiso bajar a la tierra un momento a hacer algo que dejó pendiente. No sé, pero a lo mejor un día, cuando suba al cielo, se lo preguntaré.

Ya no me queda más que decir, ya creo que lo he dicho todo. Sólo una última cosa voy a decir, hagamos un inciso en nuestras vidas y analicemos qué estamos haciendo mal para que la vida no no nos lleve a tomar pésimas decisiones. Revisemos nuestros principios, nuestra ética, nuestros sentimientos, nuestra cultura y nuestra educación. Fijémonos bien quién hay a nuestro alrededor, quién se camufla en nuestra iglesia, en nuestra familia, porque un acto como este no viene de repente, esto se lleva dentro y a lo largo de la vida vamos dejando señales que lo van dejando ver. Reordenemos nuestros ideales y nuestras creencias, fijémonos, los que somos ejemplo o líder, qué estamos dejando como legado. Mucho trabajo nos queda por hacer para evitar que el mundo se cobre más vidas inocentes, que padres derramen más lagrimas por sus hijos, que más hermanos lloren la pérdida de su otra mitad...  
La justicia terrenal ya habló. Más sin embargo si esta no nos complace todavía nos queda la justicia celestial, a la que nadie puede escapar, la que no se puede comprar, la que le da a cada uno en su justa medida, ni menos ni más. Unámonos todos en un grito, en un grito de actos, en un grito de lucha, en un grito de no callar, en un grito que tire a bajo el miedo, en un grito que tire abajo preacuerdos que reducen justicia, en un grito de fé y de esperanza, un grito que se nos haga escuchar, un grito que reclame al mundo entero ¡¡¡Justicia para Daniela Melissa y su bebé!! Porque yo soy Daniela, porque tú eres Daniela, porque Daniela somos todos.

Nota: En el siguiente enlace puedes ver completa la investigación del cuerpo de investigaciones del CTI en el caso Daniela Melissa Triviño. 
http://www.youtube.com/watch?v=Df9NWjNf36A



2 comentarios:

  1. Without words!!! Sin embargo te digo que por mucho que nos fijemos en quien nos rodea nunca llegaremos a imaginar que alguien cercano a nosotros, alguien en que tenemos tanta confianza nos puede hacer algo asi

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En eso si tienes toda la razón, el ser humano tiene una capacidad increíble de sorprendernos y la realidad siempre supera la ficción.

      Eliminar

Los comentarios deben ser siempre constructivos y sin palabras malsonantes. No se aceptan insultos ni cualquier tipo de comentario degradante,tanto para la autora como para los comentaristas o participantes de este blog.